Como gestionar las rabietas de niños 0 a 2 años

Hoy quiero hablarte de las comúnmente llamadas rabietas o pataletas. Este es el primero de cuatro post que escribiré relacionados con las rabietas.
Cada post ira enfocado a una etapa del niño, el primero de 0 a 2 años, el segundo de 2 a 4 años, el tercero de 5 a 7 años, y el cuarto 8 a 12 años, ya que las necesidades y demandas del niño a medida que va creciendo van variando.

Si tu hijo tiene entre 0 y 2 años, entonces este post es para ti.

¿Cómo te sientes cuando tu hijo no para de llorar? ¿Sabes cómo actuar? ¿Te sientes insegura y habitualmente terminas perdiendo los nervios?
Hay distintas formas de gestionar las rabietas, quiero comentarte una de las formas que considero más adecuada para que acompañes a tu hijo en ese momento de conflicto. Eso sí de una forma respetuosa y gestionando las emociones.

Bajo mi punto de vista para saber gestionar una rabieta primero hay que entender que es una rabieta y porque se producen, además serán distintas dependiendo de la edad de tu hijo.

En esta etapa de 0 a 2 años, el niño se siente molesto y su forma de comunicarlo es llorando o quejándose. Cuando tu hijo se siente así, lo que quiere es que se lo soluciones porque él solo no puede, por ello se queja o llora,  y esto no es una rabieta.

Puede que no sepas porque llora, a veces nos cuesta adivinarlo, no creas que te está tomando el pelo. Quiero que dejes de lado la creencia que si le coges en brazos cuando llora luego de mayor te va tomar el pelo y va ser un niño dependiente. De este tema te hablaré en otro momento más adelante.

Como te decía, seguramente tiene hambre, no quiere comer más porque está lleno, tiene gases, cansancio, el pañal le molesta, la etiqueta de la ropa le roza, tiene sueño, le escuece el culito, le están saliendo los dientes…

Si tu hijo tiene un mal  comportamiento o está irritable a esta edad es por no tener las necesidades cubiertas, por lo cual es una queja por una necesidad o molestia, no es ni un mal comportamiento ni una rabieta.

Para cubrir las necesidades de tu hijo debes seguir algunos pasos:

1. Ten suficiente información sobre lo que puedes esperar de él a esta edad

En esta etapa necesita de ti para cuidarlo y sobrevivir, necesita contacto continuo y que le atiendas lo antes posible. Ahora te explico porque te digo esto. Tu hijo tiene como un sexto sentido y capta cuando está solo.

El Dr. J. Mckenna hizo un estudio donde monitorizó a bebés y mamás que dormían juntos y notó cómo el sueño y la respiración de los bebés se modificaba cuando su mamá estaba con ellos o no. Incluso durmiendo notaban si su madre faltaba.

El Dr. Hoffer hizo un experimento con ratas, donde las ratitas al separarlas de su madre alteraban más de quince funciones vitales, como la temperatura, la frecuencia cardíaca, la tensión arterial, los periodos de sueño… De ahí, se demostró que si tu hijo se siente solo, te reclamará porque no se siente bien.

Por eso a veces, si tu hijo llora y aparentemente no tiene ninguna razón para llorar puede que se sienta solo y por eso llora. Para tu hijo el lloro es una forma de comunicarse, cuando esta molesto o tiene alguna queja su forma de hablar es a través del lloro. Por lo cual si cuando llora no le haces caso, la próxima vez llorará más fuerte ya que entiende que su forma de comunicarse no ha sido lo suficiente buena.

Por ello olvídate de la creencia errónea que si llora y se le hace caso tu hijo se malcriará.

A partir de un año o año y poco ya empieza a hablar y podrá empezar a pedir, a veces pedirá con gestos. Recuerda que si tardas en hacerle caso aumentará su nivel de desesperación y de molestia.

2. Dedicale tiempo

Sabes que tienes que dedicarle tiempo, a veces es difícil lo sé, y más teniendo en cuenta como está organizada esta sociedad y el mercado laboral.

De todas formas delega las tareas que puedas para poder dedicarte el máximo  tiempo posible a estar con él, te necesita cerca. La mayor necesidad de tu hijo es la del contacto, eso hará que no llore y se queje menos.

H. Harlow demostró que la necesidad de afecto es más fuerte que la necesidad de alimento.

La lactancia es el mayor calmante para tu hijo, además la composición de la leche materna lo calma.

3. Averigua sus necesidades y atiéndelas

A veces puede que te resulte difícil saber porque llora tu hijo, pero probando seguro que sabrás cual es su necesidad. En algunos casos te puedes adelantar e intuir que le pasa, si necesita comer, dormir, cambiarle el pañal…

Otras veces puede que no sepas que le pasa porque no para de llorar, en este caso debes de mantener la calma y la paciencia y lo aconsejable es que te turnes con otra persona cercana a él para que se sienta seguro y se relaje.

Para calmarlo necesitará caricias, el estar piel con piel con su madre, y una vez calmado le puedes dar un masaje infantil relajante.

4. Estate con él

Si no sabes que le ocurre, estate con él para calmarlo y consolarlo. Necesita sentirse seguro y sentir que independientemente de su comportamiento  siempre estarás a su lado a pesar de los lloros.
Resumiendo, si quieres que  llore menos, se sienta bien, crezca feliz y seguro de sí mismo, dedícale tiempo, ten mucho contacto físico con él y atiéndelo rápido.

Cuando tu hijo nació su cerebro no estaba terminado y por eso  es importante que tengas todo esto en cuenta en esta etapa, ya que  necesita experiencias positivas hasta que sea capaz de hacer frente a las vivencias negativas.

Cuando un niño sufre un impacto emocional antes de los 3 años, queda grabado en su cerebro. En esa etapa se están tejiendo las redes neuronales y las redes que se tejen pueden variar. Por eso si  pasa la mayor parte feliz, su tejido nervioso se enlazará en caminos y redes de optimismo ya que es el patrón que se estimula.

Si por el contrario pasa más tiempo frustrado, su tejido nervioso le llevará por caminos y redes de pesimismo.

En esta etapa olvídate de las creencias erróneas que las cosas que hace tu hijo es para fastidiarte o tomarte el pelo, no tiene esa capacidad.

Dale cariño, amor y seguridad y olvídate de las rabietas.

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Un abrazo,

Miren

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