¿Creas expectativas sobre tu hijo? Tranquilo es algo habitual.
Como adulto creas las expectativas acerca de cómo quieres que sea tu vida, y porque no crearlas sobre tu hijo. Te invito a que leas este post donde podrás reflexionar sobre el poder de las expectativas de los padres y el Efecto Pigmalión.
¿Creas ilusiones, esperanzas y sueños respecto a él? A veces el camino que él decide elegir o su modo de actuar no coinciden con lo que esperas o habías imaginado para él. Esto puede hacerte sentir frustrado, que te distancies de él o incluso que haya conflictos en casa.
“Cuando dejas de esperar que tu hijo sea perfecto, te puede gustar por lo que es”
Se ha demostrado que el poder de las expectativas puede influir en la conducta de las personas, es decir que llegan a convertirse en lo que otros esperan de ellos. Este se conoce como “Efecto Pigmalión”.
Su nombre viene de una leyenda mitológica griega. Según esta leyenda un escultor llamado Pigmalión, modeló una estatua tan bella que se enamoró de ella. El deseo de Pigmalión era tan fuerte que pidió a la diosa Afrodita que le concediera una esposa como la estatua, Afrodita conmovida le dio vida a la estatua y la llamó Galatea.
El doctor Robert Rosenthal, de la Universidad de Harvard, hizo un experimento al inicio del curso escolar en un colegio de San Francisco. La dirección llamó a tres profesores y les dijeron que debido a sus capacidades y su experiencia habían llegado a la conclusión que eran los mejores maestros de la escuela.
Por ello la dirección le asignó a cada uno de ellos un grupo de 30 alumnos que habían sido identificados como los más brillantes de la escuela según su cociente intelectual y sus resultados.
La única condición que había era que nadie debía saber que trabajaban con grupos especiales. Al final de curso se felicitó a los profesores porque estos alumnos habían superado los logros académicos tanto a los otros alumnos de la escuela como a los del distrito escolar.
Los profesores comentaron que fue muy fácil enseñar a estos alumnos ya que eran alumnos brillante porque aprendían rápido. Se les contó la verdad del experimento, los 90 alumnos fueron elegidos al azar y no hicieron ninguna prueba de cociente intelectual. Entonces los profesores pensaron que los buenos resultados eran debido a que eran excelentes profesores. Los profesores también fueron elegidos al azar.
Con este estudio ¿A qué conclusión llegamos? Aunque nunca menciones a otros las expectativas que pones en tu hijo, tendrá una gran influencia la forma que te comportes, ya que actúan de forma inconsciente y modifican tu personalidad y la forma de actuar e interactuar con tu hijo.
Las creencias son muy poderosas y lo que esperamos de alguien acaba por influir en la realidad. De ahí que tus expectativas con tu hijo pueden ayudarle a su desarrollo, pero también pueden ser un obstáculo.
Debes de saber cuál es la medida justa y no agobiarlo con tus preocupaciones, si las obligaciones o las expectativas son demasiado altas para sus capacidades, crecerá creyendo que es insuficiente o poco para ti. Queriendo ser siempre el más y el mejor y eso le puede crear mucha tensión interna y sensación de fracaso.
Entonces, ¿Cómo lo hago?, utiliza el sentido común.
Tu hijo necesita creer en él, y estás para acompañarlo a descubrir ese poder que tiene dentro de él.
Él es único y especial, tiene recursos y talento. Puede que en este momento no veas todas sus capacidades, eso no quiere decir que no las tenga, no por ello debes de dejar de creer en él.
Si lo haces y lo ves capaz, tu actitud con él será diferente.
Aquí tienes algunas recomendaciones para que las apliques en tu día a día con él:
- Ámalo y aceptalo tal y como es, con su manera de ser
- Escúchale con atención, déjale que se explique
- No le prejuzgues ni le etiquetes
- Cultiva la paciencia, déjale hacer las cosas por si mismo
- Con tu ayuda y apoyo anímale a hacer las cosas que más le cuestan
- No hagas que tus miedos lo vuelvan temeroso
- Acompáñale con sus emociones y no menosvalores sus sentimientos
- Cultiva su autoestima
- Aprende de él, tiene cosas que enseñarte
- Acompáñale en la búsqueda de soluciones
- Elógialo, no lo critiques.
- Sé su mejor ejemplo
“No hay mejor antídoto para la decepción que huir de las expectativas”
Ya sabes la teoría, ahora toca practicar. Para ello aquí te dejo un par de preguntas,
¿Qué es lo que crees respecto a tu hijo? ¿Qué expectativas tienes puestas en él?
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Disfruta y se ejemplo.
Un abrazo,
Miren
Coach & Mentora de Familias.
Ayudo y asesoro a madres que quieran divorciarse, están viviendo un proceso de divorcio, ya están divorciadas a gestionar emocionalmente su divorcio y a familias reconstituidas. En los distintos casos el objetivo es mejorar y transformar su vida y la educación de sus hijos para mejorar la comunicación con ellos y crezcan felices y seguros de sí mismos.